Torneos de Tenis

Caroline a la final de Miami, Kerber humillada por Venus y adios a... Halep

2017-03-31
Supertiebreak

Vencedoras un total de once veces del torneo de Key Biscayne, las afroamericanas Williams siguen presentes en Florida y durante la noche del miércoles tocó a la mayor de ellas mantener su leyenda al apalear a la número uno Angie Kerber por 75, 63 en hora y cuarenta. Cuando usted lea estas líneas ya se sabrá si Venus es la segunda finalista de Miami Open o la inteligencia de Johanna Konta superó la brutalidad “light” de la de Michigan.

Única ocasión durante esta versión del Abierto de Miami en que el estadio central estuvo a reventar, el protagonismo del público se desveló ante su campeona. Y no podía ser menos, ya que Williams grande queda como única representante de E.U. en el penúltimo torneo norteamericano de primavera (falta Charleston antes de arrancar Europa), tras la humillación estadounidense a manos de la rusa Vesnina en Indian Wells. Para la provinciana de humilde origen polaco, tendiente a la frialdad e inexpresividad, el ruidoso alboroto multicultural (afros, wasps y latinos) pesó tanto como para que la alemana se quejara con el señor de la silla y se distrajera en momentos clave del match.

Por lo pronto la ingenua e insoportablemente bella Caroline Wozniacki, “Miss Sunshine” para América por su eterna sonrisa y humanismo –aunque adore a Serena y condene a Masha ( cualquiera resbala con la lengua)- se alzó el mediodía del jueves con el pase a la gran final en Crandon Park del sábado primero de abril. La hermosa locomotora de WTA cumple un año de hartarse de un mediocre sitio 73, consecuencia de su mal de amores, e iniciar su propia rehabilitación emotiva para hoy estar, tras un avance de 60 puestos, a un paso de reingresar al top 10, donde fue la número uno más de 100 semanas…sin ganar un Grand Slam.

PÓKER DE REINAS

Con Karolina Pliskova de primera semifinalista, toda la atención se fue hacia el combate por el avance al segundo sitio entre la reina alemana y la veterana con más horas de vuelo, la doña Venus. Previamente, había quedado definida la parte inferior del draw con victoria de la británica que va y viene en el top 10, Johanna Konta, sobre una francamente desquiciada Simona Halep (5) que aplicó sus peores suplicios a la tenaz inglesa, al tiempo que solicitaba cuanto challenge podía al ojo de halcón para intentar la distracción. Inútil táctica que permitió que con primer set abajo, Konta remontara hasta obtener el tiebreak a su favor, sacar el último tornillo que le quedaba a Simona y alzarse en la tercera manga. 36, 76 (7) y 62 en dos horas y media de intercambio de crueldades. Johanna, por boleto a la final, fue la rival de Venus al anochecer.

La definición del cuarteto de Miami culminó entre flores y sonrisas de Miss Sunshine, quien pasó sin perder un set en el torneo sobre la peligrosamente astuta Lucie Safarova (36) por seguidos de 64 y 63 en menos de dos horas de match. Sin embargo, la rorra danesa tuvo sustos por el imponente servicio de la  checa, quien logró cinco aces. Su talón de Aquiles, las doble faltas, que en el certamen sumaron 32, cinco de ellas ante Caro, cuyo segundo servicio de 89% de efectividad le diera diez puntos más que su rival.

SIMPATÍA MATA AMORES

Entrevistada días antes del partido por la final, Karolina Pliskova confesó tener solamente dos intereses: su novio y ser la uno del mundo. La checa de 22 años no puede ignorar que su rival del jueves, una Wozniacki de 28, pasó por tal crisis sentimental como para que estuviese a punto de tirar la toalla hace un par de años. Su padre y –en serio- Serena Williams, la sacaron del bache y ahora fue la muralla impenetrable de la ilusa enamorada.

Ahora el estadio estaba dividido, con un descontón de quiebre en primer game y confirmación en el segundo por parte de la checa, y con una muñeca danesa que con un simple ace fue levantando hasta la paridad a cuatros con ruptura en el octavo. Con una mirada de furia desconocida en la antigua nerd del circuito, Pliskova reaccionó con virulencia y ganó la manga por 75.

Y emergió Miss Sunshine, la rubia que todos quieren, ahora como la dama de rojo por su ardiente atuendo. Con incesante viento delator de los torneados muslos de Caroline, en juego que fue de menos a más, atrayendo puntos larguísimos, la danesa paró en seco a Karo con otro ace en tercer game de segunda manga y ahí la dejó para quedárselo por 61. Descontrolada por conocer el enojo y frustración a sólo un año de ser famosa, Pliskova entregó la plaza en el tercero ante doble quiebre de la rubia y calvario de doble faltas por otro 61.

Los números: 7 aces de Wozniacki por 5 de Karolina; 6/14 (43%) de conversión de bolas de quiebre de la nórdica por 2/8 (25%) de la eslava y siete doble faltas por igual, por lo que la clave de la derrota checa claramente quedó expresada en la cantidad de errores no forzados, indicador del quehacer mental de la jugadora.

Mientras Wozniacki hacía 23, Pliskova batía récord con ¡46! Total de puntos, 104 para la que va por la final y 91 para la tres del mundo.

Autor: 
Oscar Rodríguez Gómez