Investigación Científica

Jugando tenis en el calor - ¿pueden los jugadores jóvenes soportarlo?

2010-01-01
Jugando tenis en el calor - ¿pueden los jugadores jóvenes soportarlo?

Por el Dr. Michael Bergeron . American College of Sports Medicine. August, 2002.

La mayoría de los torneos juveniles de tenis sancionados  ( de los 5000 de la United States Tennis Association - USTA ) que se realizan cada año se juegan en climas cálidos a calurosos. El nivel de juego y competencia sigue mejorando, pero el contrincante más aguerrido que los jugadores enfrentan es el calor. Este puede fácilmente reducir el desempeño en la cancha, al mismo tiempo que amenazar la salud y seguridad del jugador. Incluso aquellos que tienen buena condición física y toman las precauciones necesarias pueden sufrir sus consecuencias, dificultando su desempeño.

Una de las mejores maneras de tolerarlo es manteniéndose bien hidratado. Mientras que las mayoría reconoce la importancia de beber líquidos suficientes y los beneficios de mantenerse bien hidratados, muchos de ellos - bien entrenados e informados – desde los juveniles hasta los profesionales, continúan teniendo problemas relacionados con la hidratación. Notablemente, los riesgos asociados con el hecho de competir en el calor parecen ser mayores en los jóvenes, en parte debido a los retos de la termorregulación relacionados con el hecho de ser un niño o un adolescente. Ellos frecuentemente juegan más de un partido al día durante los torneos. Esto presenta grandes retos de recuperación y acelera los síntomas relacionados con la acumulación de líquidos, energía y deficiencias de electrolitos. Los problemas varían desde solo sentirse un poco “ fuera “, hasta los calambres por calor, o en casos más graves – agotamiento por calor o insolación. La ingestión regular y abundante de agua frecuentemente no es suficiente; para poder jugar bien y sanamente en el calor, un joven jugador de tenis debe manejar varios factores relacionados con el manejo por parte de su cuerpo del calor.

Es difícil describir la incidencia y prevalencia global de afecciones relacionadas con el calor en los jugadores jóvenes, debido a que generalmente no se mantiene un monitoreo preciso y un registro de los casos. Aún más, incluso en los torneos con un gran número de padecimientos por calor que resultan en el tratamiento en el lugar o el envió al hospital ( por ejemplo : de 6 a 8 jugadores en 1 día ) pudiera haber más casos severos - no reportados. Frecuentemente, un jugador pierde un partido, no busca ayuda médica, y subsecuentemente no presenta síntomas hasta que sale de la cancha. Sin embargo, dado la alta incidencia reportada de trastornos por calor en ciertos torneos juveniles, es prioritario tanto para los organizadores como para los jugadores, realizar un esfuerzo para resolver este problema. Es bien sabido que la tolerancia de los niños al ejercicio es menor que la de los adultos jóvenes en el clima caluroso. Sin embargo, hasta hace poco, había muy poca información disponible que describiera con precisión el balance termorregulador durante la competencia o entrenamiento de los jóvenes en condiciones calurosas y húmedas. En otras palabras, las preguntas que necesitamos contestar incluyen : “ ¿Que tan malo es esto y que grado de deshidratación están enfrentando los jóvenes durante un torneo o un entrenamiento en el calor ? . Aún más, ¿ Solo los jugadores que no están bien hidratados experimentan altas temperaturas centrales antes de entrar en la cancha y no manejan adecuadamente su ingesta de líquidos durante el juego ?.

 Pudiera ser que la combinación de factores ambientales, trabajo físico, y perdidas de líquidos y electrolitos por la sudoración sea demasiado para algunos jugadores jóvenes, aunque se preparen bien y traten de reponer aquellas pérdidas tanto como sea posible. Alternativamente, si se demuestran temperaturas centrales inaceptables solo en jugadores que empiezan un partido estando ya deshidratados o que consumen muy pocos líquidos durante el juego ( por ejemplo : Desarrollan una significativa deficiencia de líquidos corporales ), entonces un primer objetivo para reducir la incidencia de tal condición debe de ser la educación y el implementar medidas preventivas. Un estudio reciente fue auspiciado por la USTA y realizado por el Dr. Michael Bergeron en un campeonato nacional en un ambiente que es historicamente difícil – San Antonio, Texas en Agosto. Durante este estudio, muchachos voluntarios de 13 y 14 años fueron monitoreados para evaluar su estado de hidratación previa al partido, pérdida de líquidos, y temperatura central ( utilizando sensores de temperatura ingeribles ). A principios de año, un grupo diferente de muchachos y muchachas bien entrenados fueron igualmente estudiados durante una sesión de entrenamiento vigoroso en Florida bajo condiciones muy altas de calor y humedad. De este y otros análisis individuales de pérdida de líquidos y electrolitos en jugadores jóvenes, ha empezado a surgir una perspectiva mucho más clara para entender el efecto del calor y el esfuerzo que realizan estos jugadores al competir y entrenarse en ese clima.

Aquí está lo que sabemos :

a) Muchos jugadores de tenis empiezan su partido o entrenamiento “ deshidratados “. Entre más intenso sea este al empezar un partido, más subirá su temperatura durante el juego – especialmente si este dura mucho. Interesantemente, esta relación no ha sido demostrada durante el entrenamiento. Notablemente, incluso durante partidos “ más fáciles “ en primeras rondas en la mañana, la temperatura central puede fácilmente acercarse ( y a veces pasar ) a los 39 grados C ( 102 grados F ). Esto también es valedero para los partidos de dobles en las tardes.

b) Las pérdidas de sudor en la cancha pueden ser extensas, incluso en los niños. No es raro que un jugador joven pierda de 1 a 2 litros ( 35 a 70 onzas ) de líquidos por medio de la sudoración cada hora en un singles. Para muchachos de mayor edad, esta puede llegar a 3 litros ( cerca de 100 onzas ) \ hora. Importantemente, el promedio de sudoración es muy individual; no todos sudan la misma cantidad en las mismas condiciones climáticas.

c) Los jugadores tienden a empezar un Segundo partido o entrenamiento de ese día significativamente más deshidratados que cuando empezaron su primer partido o entrenamiento. Al mismo tiempo, los problemas relacionados con las deficiencias en los líquidos y electrolitos ocurren igualmente durante los 2os partidos de ese día, especialmente cuando hay poco tiempo de  recuperarse entre los partidos. Además, el resultado del segundo partido parece depender, en parte, de la exposición al calor acumulada por haber estado temprano en la cancha. Estos hallazgos sugieren que los jugadores no se están recuperando adecuadamente entre los partidos del mismo día y los entrenamientos.

d) Los jugadores pierden mucho más Sodio y Cloro ( sal ) por la sudoración que cualquier otro electrolito ( por ejemplo : Potasio, Calcio, y Magnesio ). Además, las pérdidas de Sodio y Cloro son cada vez mayores conforme aumenta la sudoración.

e) Si un jugador no repone la sal, la Re-hidratación queda incompleta y el jugador queda más vulnerable a un pobre rendimiento. Además, las deficiencias de Sodio lo llevan a los calambres musculares.

f) Aún más peligroso es el consumo “exagerado “ de Agua – sola, combinado con una deficiencia severa de Sodio, que puede llevar a la Hiponatremia ( baja de Sodio en la sangre ) – una condición que es potencialmente mortal. 

He aquí lo que los jugadores pueden hacer :

a) Beber muchos líquidos ( por ejemplo : agua, jugo, leche, bebidas deportivas ) durante todo el día. La orina debe de ser de color un poco claro. Sin embargo, aquellos jugadores que orinan cada 45 minutos ( o menos ) pudieran estar bebiendo demasiados líquidos.

b) Beber regularmente durante el entrenamiento y el calentamiento previo ( mantenga los calentamientos al mínimo estando en el calor ).

c) Beba en cada cambio de cancha. Una bebida deportiva bien balanceada ofrece ventajas sobre del agua ( por ejemplo : energía y electrolitos ). Para muchos jugadores que consumen grandes cantidades de líquidos en la cancha ( por ejemplo : más de 1 litro \ hora ), una combinación de bebida deportiva junto con agua frecuentemente les funciona mejor.

d) Después de jugar, beba cerca del 150 % de cualquier deficiencia de líquidos. Por cada libra perdida al jugar, beba otras 24 onzas de líquidos. Si el siguiente partido es el mismo día, la reposición de nutriente ( enfatizando los líquidos, electrolitos, y carbohidratos ) debe de empezar inmediatamente.

e) Cuando juegue en el sol, considere agregar algo de Sal a su dieta.

f) Coma muchos carbohidratos; el cuerpo los utilice más rápido en el calor y ayudan a almacenar más agua.

g) Duerma bien. El descanso inadecuado hace a los jugadores menos tolerantes al calor. Esto es algo común en torneo juvenil, especialmente cuando los jugadores están lejos de casa.

h) Aléjese del sol cuando no esté jugando o entrenando. Cuando juegue o entrene en el sol, utilice ropas ligeras, una gorra y un protector solar.

Cualquier deficiencia de líquidos puede tener un efecto negativo en el desempeño y salud de los jugadores jóvenes. Conforme un jugador se deshidrata, el corazón debe de trabajar más intensamente, la temperatura corporal aumenta, la fuerza y resistencia disminuyen, la fatiga se presenta más rápido, e incluso la capacidad mental ( por ejemplo : la selección de tiros y la concentración ) se reduce. Los entrenadores, y los padres también deben de valorar que cuando uno puede “írsela llevando “ ( por ejemplo : entrenamiento con mala hidratación ) puede llegar a una situación de emergencia médica grave cuando está “ dando todo “en un tercer set y el jugador joven no tiene la capacidad para continuar sin arriesgar su salud, pero carece del discernimiento para dejar de competir. La naturaleza del tenis, especialmente con múltiples partidos largos el mismo día bajo el sol, aumenta las deficiencias de líquidos y el daño por el calor. Sin embargo, muchas de estas situaciones y retos son fácilmente prevenibles al tomar medidas simples para mejorar la hidratación y permitan la adecuada recuperación.

Autor: 
Dr. Raul Ibarra Ovando (Traductor)